-
[ Pobierz całość w formacie PDF ]
Luke hab�a logrado herirlos a los tres de un solo golpe. Y, al mismo tiempo
y sin mediar palabra, le hab�a dicho cosas que ning�n otro ser hab�a
intentado expresarle antes.
Chloe conoc�a al hombre que le hab�a hecho el amor. Le conoc�a
desde el momento en que llegó a la vida. Por desgracia, no pareció que �l se
reconociera. Era un tipo extra�o, de acuerdo. Y tambi�n era tan
impresionante como ella hab�a pensado. Pero tambi�n era capaz de
desgarrar su corazón y hacerlo trizas si se acercaba demasiado a �l. Sin
mencionar lo que podr�a llegar a hacerle a su cuerpo.
Se sonrió a pesar de sus pensamientos y maldijo a quien la hab�a
despertado de su profundo sue�o. Abrió la puerta y encendió la luz del
porche al mismo tiempo.
Se le cortó la respiración.
La cicatriz hab�a desaparecido. Cuando consiguió reaccionar, la
sonrisa satisfecha que parec�a estar grabada en su cara hab�a sido
reemplazada por una apariencia suave y una mirada compasiva.
Los ojos eran todav�a de aquel azul en el que hab�a querido
ahogarse. El pelo era sedoso y de un negro azabache. Tangible.
Atrayente...
77
Caine de Blayne Edwards eLLLoras.Traducciones
En ese momento le pareció que era perfecto para acercarse a �l y
aferrarlo como no lo har�a con nada m�s
Se encontraba aproximadamente a uno o dos metros de ella, como
la primera vez que le hab�a visto. Y con la misma firmeza. Completamente
igual.
Abrió la boca para hablar pero no pronunció ninguna palabra, su
mente, su cuerpo y su corazón ten�an al hombre delante. Sin mencionar
que la mirada fija de �l dec�a lo mismo acerca de sus sentimientos.
Consiguió un poco de aliento pero le pareció d�bil y sin voz. El
hombre que se hallaba ante ella pudo recobrar el habla antes y Chloe
sintió un hormigueo cuando oyó su voz:
- Necesito que venga a casa conmigo.
Chloe asimiló las palabras que acaba de pronunciar ese hombre
delante de ella. Y despu�s sintió como se le paraba el corazón cuando oyó
la siguiente frase:
- Barklee est� enfermo.
78
Caine de Blayne Edwards eLLLoras.Traducciones
Cap�tulo Siete
Caine estaba r�gido, sentado en el asiento del conductor del
Hummer, sus manos sobre el volante y sus pensamientos corriendo
desenfrenados por su mente.
Su olor lo estaba volviendo loco otra vez.
-�Cu�nto tiempo lleva enfermo?- Le preguntó ella; sus palabras
apenas penetraron en su mente.
Caine no la miró cuando contestó. - Comenzó hace unas dos horas.-
explicó distra�do; su concentración sobre su situación lo distra�a.
Ella todav�a era f�rtil y tendr�a posibilidades de ser padre si la
montaba de nuevo. Pero Caine hab�a advertido como hab�a ido cojeando
hasta el coche. La mujer hab�a sido da�ada en las primeras tentativas de
aparearse. Si �l hubiera sido su hermano, esto no le habr�a impedido que la
volviera a montar antes de que terminara la noche. Como era un bastardo,
habr�a sonre�do orgullosamente al verla cojear a causa de lo que le hab�a
provocado.
Pero Caine siempre hab�a podido reunir un poco m�s de falsa
modestia en la forma humana que en la forma de lobo.
�l apretó sus dientes y se dijo a s� mismo que podr�a manejarlo. Y
las necesidades de Luke y las de la manada podr�an esperar hasta que ella
volviese a ser f�rtil otra vez, el mes siguiente. La manada ten�a otras
necesidades, de momento, que el ten�a que resolver. Lee estaba enfermo y
necesitaba atención m�dica y Caine no hab�a tenido otra opción que pedir
su ayuda.
Pero aunque Luke lo intentara evitar, ella iba a ser una verdadera
hembra.
-Doctora Evans, realmente aprecio su ayuda,- dijo Caine
silenciosamente. -El veterinario m�s cercano est� a cuarenta millas de
distancia y&
-Est� bien,- le contestó. -Estoy contenta de ayudar.
Lo estaba. Caine lo sab�a y sab�a muchas otras cosas sobre esta
mujer.
79
Caine de Blayne Edwards eLLLoras.Traducciones
Lamentablemente, Luke sab�a que Caine ya la hab�a montado. Lo
supo a su vuelta. Y aunque era consciente del hecho de que no le hab�a
dado permiso a Luke de acercarse a la mujer, tambi�n se acordó de
haberle dicho a su gemelo que podr�a montarla en cuanto �l lo hubiera
echo. Pero eso hab�a sido antes de que �l hubiera hecho el amor con ella.
-�Qu� le ocurre?
Caine oyó sus palabras a trav�s de una niebla espesa de
testosterona canina y de deseo humano. No parec�a f�cil aplacar cualquier
pensamiento acerca de lo que podr�a ocurrir en ese momento. Caine
respiró con fuerza y sintió que su cabeza se mareaba ante su olor. �l
sacudió la cabeza e intentó concentrarse en el oscuro camino de delante.
-No puede dormir,-le respondió. -Lloriquea y no parece ser
coherente cuando nos dirigimos a �l.
& Y no puede transformarse en humano por alguna razón. Era
incapaz de explicar claramente la situación entera a la mujer sentada a su
lado, lo cual se estaba convirtiendo en un h�bito, notó Caine.
-A veces los perros deciden ignorar a sus amos,- contestó
suavemente. Caine sacudió r�pidamente su cabeza.
-No soy su amo, Doctora&
-Mi nombre es Chloe.
Caine sintió saltar su pulso por el modo en que ella hab�a dicho su
propio nombre. Y la forma, que parec�a invitarlo a repetirlo. Le vinieron [ Pobierz całość w formacie PDF ] - zanotowane.pl
- doc.pisz.pl
- pdf.pisz.pl
- matkadziecka.xlx.pl